viernes, 2 de agosto de 2013
La justicia es ciega, ¿y sorda?
Ocho años pasó Analía Maldonado pidiéndole a los representantes de la Justicia, que la escuchen, que la protejan.
Ocho años sin respuestas.
Con moretones en el cuerpo y dolores, Analía, como tantas otras, se ha sentido sola.
Miedo. Dolor. Impotencia. Terror. Moretones. Sangre. Injusticia. Silencio y una terrible indiferencia.
Analía decidió seguir denunciando, quiere vivir y nadie la escucha. Tomó una cámara, se filmó, subió el video a Facebook, como queriendo dejar de ser invisible y ¡lo logró!
Algunos medios la vieron y hablaron de la ausencia de la justicia. Y la Justicia oyó, por primera vez, el pedido desesperante de Analía y actuó.
¿Casualidad?
¡Vergüenza!
La noticia aquí.
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